F206
Aborto bovino epizoótico
(aborto de la estribación montañosa)


Introducción y agente causante: En un principio se pensaba que el aborto bovino epizoótico (EBA, por sus siglas en inglés) era causado por Chlamydia psittaci. No obstante, las investigaciones recientes revelan que el problema es causado por un "agente con apariencia de espiroqueta" el cual es propagado por las garrapatas. Este tipo de aborto en el ganado es un problema común en el estado de California, en donde la garrapata pajaroello o argasina que propaga la enfermedad existe en abundancia. Esta garrapata se encuentra normalmente en las áreas de suelo seco alrededor de los árboles y de las rocas. La actividad de la garrapata pajaroello depende mucho de la temperatura y de la humedad. Por ejemplo, la garrapata se alimenta principalmente durante los meses cálidos y secos del año. Esta garrapata no se encuentra en áreas húmedas y pantanosas, y en periodos de lluvia fuerte su actividad disminuye de forma dramática.

Signos clínicos y diagnóstico: El síntoma más común que se observa en el ganado es el aborto en la última etapa de gestación. Las tasas de abortos podrían afectar de un 30 a un 80% de las vacas de una manada y, según se informa, es la causa del 5 al 10% de abortos en California. La vaca adulta no muestra ningún otro signo de infección aparte del aborto. El aborto bovino epizoótico causa cambios drásticos en el feto, los cuales se efectúan en un periodo de 3 meses. Dichos cambios incluyen el agrandamiento del hígado, de los ganglios linfáticos cervicales y del bazo. Debido a que el problema tarda 3 meses en desarrollarse, la mayoría de las vacas que se infectan después de los 6 meses de gestación no abortan. La mayor parte de casos de aborto bovino epizoótico se diagnostican mediante el examen del feto y del historial de la vaca que aborta, en el valle central de California.

Transmisión de la enfermedad: La garrapata pajaroello propaga la enfermedad de un animal a otro al alimentarse con la sangre de éstos. Los animales que han estado expuestos al aborto bovino epizoótico desarrollan resistencia a la enfermedad y si se llegan a infectar otra vez ya no abortan. Las vaquillas primerizas y el ganado recién incorporado a la manada son los más propensos a contraer esta enfermedad.

Tratamiento y prevención: El tratamiento más común para el aborto bovino epizoótico es la clortetraciclina (de 2 a 5 g/cabeza/día), la cual se incluye en los alimentos al producirse un brote del problema. La clortetraciclina también puede utilizarse como medida de prevención a fin de reducir la cantidad de abortos que se producen en áreas donde el aborto bovino epizoótico es común. En la actualidad no existe ninguna vacuna contra esta condición. Los estudios han mostrado que la mayoría de los animales que han estado expuestos anteriormente a los organismos causantes de este problema no abortan si se vuelven a infectar. En respuesta a estos estudios, muchos ganaderos que enfrentan el problema del aborto bovino epizoótico exponen a sus animales nuevos o a sus vaquillas en edad de reproducción a la garrapata pajaroello antes de que éstas se preñen. Algunos ganaderos reducen el problema al permitir el acceso de los animales propensos a la preñez a las áreas infestadas de garrapatas después del sexto mes de gestación. Otra medida de prevención consiste en quitar toda la maleza, las hojas y el hábitat que estimula la población de garrapatas.