F126
Coccidiosis


transmisión de la enfermedad | signos clínicos | diagnóstico | tratamiento | prevención


Introducción y agentes causantes: La coccidiosis es una enfermedad contagiosa con incidencia a nivel mundial que afecta al ganado, y en particular a los terneros. La enfermedad es causada por una o más especies diferentes de protozoarios llamados Eimeria. Estos organismos son parásitos que destruyen las paredes celulares del tracto intestinal del animal. Debido a que cada especie de coccidio es totalmente independiente de las otras y sin ninguna inmunidad entre los distintos tipos, un animal que vive con un tipo de coccidio podría desarrollar diarrea al ser expuesto a otro tipo diferente. La buena nutrición (incluso el suplemento de selenio de vitamina E en las regiones en las que éste elemento sea escaso) también ayuda a que el animal desarrolle sus propias defensas contra la coccidiosis.

La adquisición de la enfermedad depende de muchos factores. Uno es la cantidad de oocitos (huevos) que se tragan al mismo tiempo. La leve y frecuente exposición se traduce en inmunidad; mientras que la exposición considerable destruye todas las células intestinales al mismo tiempo, lo cual puede matar al animal. La edad del animal también es un factor importante. Ello se debe en parte a que el animal adulto ya ha tenido tiempo de desarrollar cierta inmunidad, mientras que el joven aún se encuentra muy vulnerable a la enfermedad. La inmunidad a la coccidiosis en los animales adultos sanos rara vez es completa, aún así, la mayoría de las células intestinales del adulto se encuentran a salvo del coccidio invasor. Esto quiere decir que una vaca adulta que se ve sana podría seguir arrojando oocitos en el estiércol.

Transmisión y ciclo vital de la enfermedad: Cada animal infectado arroja miles de oocitos (huevos) coccidiales microscópicos en las heces todos los días. Al poco tiempo de haber salido, los oocitos son inofensivos. Sin embargo, bajo condiciones favorables de humedad y calor, cada uno de ellos madura (esporula) en 1 ó 3 días para formar esporozoos infectivos. Si un animal se traga los oocitos esporulados, los esporozoos son liberados y penetran rápidamente en las células intestinales. De ahí en adelante el ciclo vital se torna sumamente complicado. El coccidio pasa por varios periodos de multiplicación durante los cuales se forman enormes esquizontes. Las células intestinales del animal son destruidas y miles de merozoitos se dividen e invaden otras células intestinales. Posteriormente se alcanzan las etapas sexuales y se producen nuevos oocitos. El ciclo vital total del protozoo, del oocito a un nuevo oocito, toma de 2 a 3 semanas.

Signos clínicos: Si un ternero se ve expuesto de forma repentina a muchos oocitos esporulados, se podría enfermar gravemente de 1 a 2 semanas más tarde. Perderá el apetito y estará lánguido y débil. Podría mostrar señales de dolor abdominal al levantarse inmediatamente después de echarse. Al principio, el ternero podría tener fiebre, pero después la temperatura del cuerpo vuelve a la normalidad o es menor de lo normal. La diarrea aguada es un signo común por lo que el animal podría deshidratarse con rapidez. La diarrea suele contener mucosidad y sangre. Dado que el ácido láctico producido por la digestión de la leche ayuda a inhibir al coccidio en el joven ternero, los signos aparecen con frecuencia de 2 a 3 semanas tras el destete. Muchos de estos signos son realzados por el estrés del destete y del atiborramiento.

Los terneros podrían morir rápidamente a causa de un ataque grave de coccidiosis. Los animales más fuertes o que están menos infectados desarrollan una enfermedad crónica la cual se caracteriza por la diarrea intermitente y el poco crecimiento. La cola y los corvejones casi siempre están sucios. Debido a que los intestinos han sido severamente dañados, el animal con coccidiosis crónica no puede digerir su alimento como es debido. Debido a esto, tal animal tendrá una enorme panza y su desempeño será muy pobre por muchos meses.

Si bien la coccidiosis es una enfermedad típica de los terneros en crecimiento, muchos adultos se infectan ligeramente y de forma continua arrojan oocitos que infectan a los terneros. En ocasiones, los animales adultos tienen síntomas de diarrea temporal cuando se estresan o al ser expuestos a nuevas especies de coccidios. Esto es común en particular después de que un animal adulto es llevado a otra granja o es expuesto a un nuevo grupo de ganado.

También se pueden presentar casos de coccidiosis nerviosa, que es un síndrome neurológico de los terneros infectados con Eimeria. Los animales con este tipo de enfermedad por lo general presentan letargo y falta de coordinación, y sufren de temblores. A medida que los síntomas empeoran, el animal se recuesta, echa espuma por la boca, brama y tiene ataques. Con frecuencia, los signos neurológicos son precedidos por diarrea y esfuerzo al defecar. Aun con un fuerte tratamiento, estos animales suelen morir dentro de un plazo de 1 a 5 días después de que comienzan los signos clínicos.

Diagnóstico: El diagnóstico de la coccidiosis se puede basar en los signos clínicos y en los exámenes microscópicos fecales. La coccidiosis es tan común que se debe sospechar su presencia siempre que los terneros tengan diarrea. Los cambios súbitos en la dieta o el exceso de consumo de alimento también podrían causar diarrea y hacer que el animal esté mas propenso a contraer coccidiosis. La diarrea que es provocada por el excesivo consumo de leche, de grano o de pasto lozano podría durar muchos días a causa de la coccidiosis. Los terneros más grandes y los adultos con diarrea podrían tener lombrices en vez de coccidiosis, o ambos problemas a la vez.

Los oocitos de los coccidios se pueden identificar si se mezcla la materia fecal con una solución concentrada de azúcar. Los oocitos flotan en la parte de arriba junto con los huevos grandes de lombriz. Luego se toman y se analizan con un microscopio (véase la página D220). Los oocitos podrían ser arrojados en las heces desde los 10 días después de que se infecta un animal, sin embargo, el primer ataque de diarrea ocurre antes de que los oocitos se puedan identificar. En estos casos, el especialista puede efectuar una prueba fecal directa a fin de buscar merozoitos más pequeños que no flotan en la solución de azúcar.

Si un animal muere de coccidiosis, se diagnostica ésta con rapidez mediante la necropsia. El intestino delgado tendrá muchas áreas blancas levantadas e irregulares, por lo general de 1/8 a 1/4 de pulgada (0,3 a 0,6 cm) de diámetro. Si se toma una muestra de estos puntos blancos, se ven muchas formas coccidiales al examinarse en un microscopio.

Tratamiento: Existe una gran variedad de medicamentos que se pueden administrar de forma oral para el tratamiento de la coccidiosis. Entre estos medicamentos se incluyen: decoquinato, monensina, amprolio y lasalócido. Normalmente, el tratamiento se prolonga por alrededor de 5 días. Siga las instrucciones de la etiqueta y las del veterinario debido a que una sobredosis podría resultar peligrosa. Todos los medicamentos mencionados son coccidiostatos, lo cual quiere decir que frenan los coccidios en lugar de matarlos. Debido a esto, si un animal tiene una fuerte infección al empezar el tratamiento, el medicamento quizá no ayude mucho. No obstante, estos medicamentos reducen sobremanera la contaminación del ambiente y de ese modo dan tiempo a que otros animales desarrollen inmunidad. Además de los medicamentos anteriormente mencionados, los animales con coccidiosis nerviosa deben recibir de 2 a 4 mL/kg de solución de gluconato de calcio que contenga magnesio (CMPK o Cal-Dextro).

Los medicamentos proporcionados a los animales adultos reducen temporalmente el paso de oocitos pero no contribuye al crecimiento. Los niveles de coccidios regresan al nivel en el que estaban antes del tratamiento dentro de un plazo de 2 a 3 semanas después de que los medicamentos se dejan de administrar. Así que, excepto por la protección que brindan a los terneros más jóvenes, no se justifica el tratamiento suministrado a los animales mayores aparentemente sanos que no tienen diarrea. Es mucho mejor separar a los animales jóvenes de los adultos portadores de la enfermedad. La erradicación de los coccidios en los animales adultos no resulta ni posible ni conveniente.

El tratamiento de terneros aparentemente sanos es necesario en granjas grandes en donde ya han existido problemas de coccidiosis. El objetivo es prevenir el daño a los intestinos en vez de esperar que se presente la diarrea. Por ejemplo, el tratamiento con coccidiostatos todos los días durante una semana o más, aplicado a los animales jóvenes podría ser de ayuda antes del estrés del destete o de la transición a la pastura. En algunos casos, se podría administrar un medicamento como el amprolio todos los días a partir de las 2 semanas de edad y continuar por varios meses. La cantidad de amprolio que se debe usar diariamente es de 10 mg/kg (10 mg/2,2 lbs.) Se puede administrar a cada ternero de forma individual o se puede mezclar con el alimento o el agua. Por ejemplo, si el peso total de un grupo de terneros pequeños equivale a 500 libras (227 kg), se deben mezclar 2272 mg de amprolio con el agua, la leche o el alimento que ellos consumen en un día. Debido a que los animales más grandes comen más, reciben una mayor cantidad del medicamento que los pequeños. Se ha encontrado que al suministrar Bovatec (lasalócido) a razón de 30 gramos por tonelada de alimento en los primeros granos, se eliminan los problemas de coccidiosis en algunas granjas. Otro posible coccidiostato que puede resultar útil es el Rumensin (monensina). Este medicamento protege a los terneros cuando se utiliza a un mínimo de 100 mg por cabeza al día. La industria avícola ha determinado que los coccidios suelen volverse resistentes a los medicamentos después de 1 ó 2 años. Los ganaderos podría verse en la necesidad de cambiar de medicamento si es que el que utilizan cesa de ser eficaz en el control de la coccidiosis. Muchos de estos productos son sumamente tóxicos para los caballos, por lo que el alimento que contiene el medicamento no se debe dejar al alcance de éstos.

No importa qué medicamento se elija, es esencial consultar a un veterinario antes de usar cualquiera de estos productos. La sobredosis puede causar la muerte. No utilice estos productos en animales lactantes.

Prevención: La prevención de la coccidiosis es muy importante en las manadas grandes a fin de que los terneros jóvenes crezcan con fuerza. Una vez que la diarrea se desarrolla, ya se ha hecho un gran daño a los intestinos, el cual causa un crecimiento raquítico. Los animales jóvenes enfermos son tratados a fin de salvar sus vidas y de limitar la contaminación en los corrales. Sin embargo, a estas alturas, el ganadero ya ha perdido el control de esta contagiosa enfermedad.

Al establecer un programa de prevención existen varios factores fundamentales a tener en cuenta. El primero es que los animales adultos son la fuente primordial de infección para los terneros jóvenes. Los adultos arrojan oocitos de forma constante, los cuales contaminan el ambiente y a los animales jóvenes. Es por eso que toda la paja y las heces deben sacarse de los corrales destinados para partos antes de que nazcan nuevos terneros. Los oocitos que han esporulado suelen estar presentes en la piel de la ubre, por lo que los terneros pueden infectarse al mamar y recibir sus primeras gotas de calostro. A fin de evitar que esto suceda, se debe lavar y secar la ubre de la hembra antes de que el ternero mame, o bien, se debe separar al ternero de la madre y administrarle el calostro con biberón. Si una granja cuenta con muy pocas vacas y los corrales se mantienen secos y son espaciosos, no hay muchas posibilidades de que la coccidiosis se convierta en un problema. En las manadas grandes en las que existen problemas severos, a veces es mejor criar a los terneros totalmente separados de los adultos.

La contaminación fecal del alimento y del agua se debe prevenir a toda costa. Esto quiere decir que los comederos y los bebederos deben estar fuera del corral siempre que sea posible, y deben estar dispuestos de manera tal que el estiércol no pueda caer dentro de ellos. El grano se debe proporcionar en áreas donde la contaminación de estiércol pueda mantenerse al mínimo.

Dado que los oocitos tienen que esporular a fin de ser infectivos, la exposición se puede reducir al limpiar los corrales diariamente. Por otra parte, debido a que la humedad es necesaria para que la esporulación se lleve a efecto, los corrales deben mantenerse secos y cualquier fuga de agua debe repararse de inmediato. Las pasturas pequeñas y cubiertas de hierba son muy peligrosas y deben utilizarse con precaución. Es muy importante evitar el atiborramiento ya que la distribución adecuada de los terneros reduce la cantidad de oocitos por pulgada cuadrada en los corrales o las pasturas. Si en una granja hay muchos terneros al mismo tiempo, éstos se deben agrupar según su edad. Si se coloca a un ternero de 2 semanas de nacido en un corral junto a terneros de 2 meses de edad, donde las poblaciones coccidiales y la inmunidad se han estado acumulando por un tiempo, es llevarlo al contagio casi seguro. Los oocitos mueren a temperaturas bajas (debajo de los 32°F (0°C)) o cuando las condiciones son cálidas y secas por encima de los 104°F (40°C). Esto significa que al final de la temporada de partos, los corrales y los comederos se pueden colocar bajo el sol para que se realice una esterilización natural. Los desinfectantes comunes no destruyen los oocitos y no se debe depender de ellos para controlar los coccidios. Los que sí acaban con los oocitos son el formaldehído, el amoníaco y el metilbromuro.