F145
Deshidratación de animales adultos


Introducción: En comparación con los terneros, los animales adultos tienden a deshidratarse a un ritmo más lento, no obstante, requieren de cantidades mayores de fluidos para volver a hidratarse. Teniendo esto en consideración, utilice las tablas y la información de la página F143 como guía básica. Comprenda que la deshidratación disminuye la capacidad del animal para distribuir medicamentos y nutrientes a todo el cuerpo.

Signos clínicos: A continuación se identifican algunos de los signos más comunes de deshidratación. No todos los animales muestran todos los síntomas.

  1. Ojos hundidos
  2. La piel permanece levantada
  3. Nariz seca
  4. Debilidad
  5. Encías pálidas y secas
  6. El tiempo de relleno capilar puede ser de más de 2 segundos (véase la página B105)

* Véase la página B115 para más información sobre el levantamiento de la piel.

Diagnósticos adicionales:

  1. Con la ayuda de un veterinario, tome una muestra de sangre y efectúe un conteo sanguíneo completo.

Tratamiento:

  1. Si el cuadro de deshidratación es grave, los fluidos intravenosos son la mejor opción. Éstos pueden administrarse con el uso de un catéter intravenoso o de una campana intravenosa. Para los animales adultos se podrían requerir de 5 a 20 litros de fluido, según la gravedad de la deshidratación. Para más detalles consulte a un veterinario.
  2. En caso de que la deshidratación sea severa, también se pueden administrar 500 mL de solución salina hipertónica. Ésta se administra vía intravenosa junto con 3 a 5 galones de agua, la cual se proporciona oralmente. Asegúrese de que el animal cuente con agua suficiente a su disposición.
    Nunca administre una solución salina hipertónica sin proporcionar fluidos adicionales!
  3. Para casos de deshidratación de menor seriedad, los fluidos orales podrían resultar suficientes. En la mayoría de los casos, se recomiendan de 3 a 5 galones de agua junto con algún tipo de electrolito cada 4 a 6 horas (véase la página B885).

Prevención: La deshidratación puede prevenirse si se presta la debida atención a los animales enfermos o lesionados, o que están bajo un severo estrés (condiciones extremas de sequía, frío, calor, etc.). Cualquier animal que tenga diarrea u otra enfermedad que cause pérdida de fluidos, debe recibir fluidos adicionales de forma inmediata. Los animales que pierden el apetito o que no reciben las suficientes cantidades de agua y de comida también se encuentran en riesgo de deshidratarse. Siempre es mejor proporcionar fluidos adicionales al principio de los problemas, en vez de tratar de compensar la deshidratación más tarde.

* Antes de comenzar cualquier tratamiento, ¡CONSULTE A UN VETERINARIO!