Introducción:
La neumonía es en la actualidad uno de los problemas más comunes que se encuentran en el ganado, y es una causa significativa de la disminución de la productividad y del aumento de los gastos de los ganaderos. El dar un diagnóstico y el proporcionar un tratamiento a tiempo resultan críticos en el control de esta afección.Agentes causantes: La mayoría de los casos de neumonía son causados por infecciones de bacterias, virus y parásitos. Las siguientes son algunas de las causas más comunes:
Signos clínicos:
Transmisión de la enfermedad: La mayoría de estos organismos infecciosos se propagan mediante el contacto directo con los fluidos del cuerpo, el estiércol o el equipo contaminado.
Diagnóstico:
Figura 1
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Figura 2
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Tratamiento:
El tratamiento de la neumonía depende de si la causa es bacterial, viral o parasitaria.
- Probablemente, el tratamiento con antibióticos como Nuflor, Naxcel y Excenel es lo ideal; sin embargo, podrían considerarse medicinas como Albon, TMS, ampicilina, Gallimycin e incluso LA-200. Como en la mayoría de las infecciones bacteriales, se recomiendan el cultivo y la sensibilidad. Véase la información sobre los antibióticos en la sección G.
- El tratamiento para todos los virus consiste en tratar los síntomas, y no en matar los virus. Teniendo esto en mente, se recomiendan la administración de fluidos, el uso de agentes antiinflamatorios (Banamine o Re-Covr) y los antibióticos para infecciones bacteriales secundarias.
- La mayoría de los parásitos se pueden tratar mediante el uso de ivermectina, moxidectina o doramectina. En la página A620 encontrará sugerencias adicionales.
Prevención: La prevención de los casos de neumonía viral y de algunos casos bacteriales giran en torno a la vacunación. Véase el programa y las recomendaciones de vacunación de la página A905. La desparasitación rutinaria ayuda a prevenir las causas parasitarias de neumonía. Si un animal tiene una causa infecciosa de neumonía, se le debe aislar del resto de la manada. Se debe proceder con cuidado a fin de prevenir una mayor propagación de la enfermedad a través de la ropa, las manos, los baldes, los comederos, etc. que se encuentran contaminados.
* Antes de comenzar cualquier tratamiento, ¡CONSULTE A UN VETERINARIO!